Confería a los reyes el derecho a retener, hasta dar su aprobación, las bulas y breves emanados de la curia romana, cuya publicación en el reino habían de autorizar expresamente. Incluso podían prohibir dicha publicación [...] Carlos III restableció en todo su vigor el Regium exequatur, ampliando su aplicación, incluso, a los asuntos relacionados con el dogma.
ANES, G. El Antiguo Régimen: los Borbones. Madrid, 1985, p. 299
La promulgación de la pragmática se realizó el 18 de enero de 1762, aunque Carlos III, a través de una real provisión, ordenó dejarla en suspenso durante año y medio.
Posteriormente, la pragmática de 16 de junio de 1768 aclaraba la anterior, disponiendo que antes de su ejecución se presentaran en el Consejo de Castilla las bulas, breves y demás documentos de la curia romana para su reconocimiento, dándoles el pase "en cuanto no se opongan a las regalías, concordatos, costumbres, leyes y derechos de la nación".
MARTÍ GILABERT, F. Carlos III y la política religiosa. Madrid, 2004. p. 44-46
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